Desde el balcón una maravillada pareja de enamorados observaba el mundo que por fin, esta vez sí, se acababa, mientras los dedos entrelazados de sus manos, siendo del mundo, también se acababan, y se acababa el balcón mientras se acababa la maravillada observación del mundo acabándose. Pero ocurrió que el giro de sus cabezas para mirarse por última vez a los ojos quedó inacabado, que más allá, en alguna calle, la inconclusa trayectoria de una bala no mató a un hombre, y el mundo tuvo que aceptar de mala gana este pequeño menoscabo final de su acabamiento.
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2 comentarios:
hola, menos mal que nos queda un pedacito de mundo en medio del menoscababado acabamiento.
Hay!!! Qué loco... Se acaba o no se acaba..! y lo más loco es que tiene sentido!!!
Sil.
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